domingo, 3 de mayo de 2015

THE LAST DAY....

No quería llegar a este momento, quizá por eso he alargado tanto escribir el blog, deseando que nunca llegase el final, para mantener mi mente en New York... desgraciadamente...ese día ha llegado...
Después del palizón de ayer y la desilusión de los fuegos artificiales, solo nos quedaba una última cosa pro hacer. Visitar el estadio de los Yankees, ya que era lo único cercano y que nos daba tiempo a hacer.

para ello solo teníamos que coger la habitual linea 4 y bajarnos en la 161st, Yankee Stadium. la parada tiene un acceso desde la vía al estadio directamente, supongo que sera para días de partido y a la salida. Es bastante curioso.







La verdad es que no tenía mucho que ver por fuera, con la New York Pass, podías acceder a la visita guiada, lo que pasa que los días que teníamos la tarjeta no pudimos cuadrarlo, ya que era de 10 a 12:30 o algo asi, muy poco tiempo y siempre nos pillaba haciendo otras cosas. 

Como nos había parecido poco, decidimos volver andando hasta el apartamento, ya que era facil, tan solo teníamos que seguir toda la vía por la que habíamos venido.





Estos carteles recorrían parte del lateral del estadio.


Como teníamos algo de hambrecilla, a mitad de camino hemos visto un Dunkin Donuts, en el que unas señoras(por no llamarlas otra cosa) latinas, no querían hablarnos en Español, cuando ellas lo habían estado haciendo... en fin, gente despreciable hay en todos los sitios.
Con  nuestros donuts en mano, nos hemos ido caminando hasta algun lugar ajardinado y bonito, pero tras no encontrarlo, lo más seguro era un banco que había frente a una comisaría.


Después de quedarnos llenitos, hemos seguido caminando, retornando al apartamento, a traves de lo que serían mas de una veintena...o centena de talleres, nunca en la vida había visto tanto taller junto, aquí tiene que haber más blanqueo de dinero que la ostia. Es imposible que tantos talleres se mantengan en una misma calle.

Al fin hemos llegado a nuestro apartamento, hemos recogido las ultimas cosas, nos hemos despedido de los dueños (muy amables por cierto) y nos hemos ido para el metro. 
La verdad, que en el Bronx, aunque no nos ha pasado nada, es un barrio sucio, que transmite inseguridad y demás cosas que no quieres ver en vacaciones. Por otro lado, esta experiencia nos ha servido para conocer dos de las muchas caras que tendrá New York, pienso que no ha sido tan malo alojarnos en este barrio.

El viaje en metro hasta el aeropuerto dura una hora y media, esta vez dominabamos el transporte a la perfección, por lo que no tuvimos perdidas ni inseguridad a la hora de coger los metros necesarios.

Nuestras caras lo dicen todo...

Una vez en el aeropuerto, llegamos a la zona de facturación, pensando encontrar un mostrador bonito donde te lo hagan todo...pues no, estos de American Airlines parece que están reduciendo personal.
Llegamos a unos ordenadores (había unos 8) en los que tienes que hacer el chek-in tu mismo, era un poco lioso porque nos costó encontrar la forma de hacerlo. Una vez lo consigues, tienes que poner tus maletas en unas basculas que tienes al lado...esto es lo que más miedo me daba, ya que teníamos un montón de cosas.

Al final el peso era exacto, solo nos habíamos pasado un kilo en cada maleta aproximadamente, y no nos dijeron nada, ahora teníamos que ir a un extremo a llevar la maleta y meterla nosotros mismos en unas cintas transportadoras.

El primer paso estaba hecho, ahora quedaba lo más dificil. pasar el segundo control.

Llevabamos nuestra respectiva maleta de mano cada uno( a reventar!!!) y luego dos mochilas más una bolsa, nos deniegan el acceso, máximo podemos llevar dos bultos cada uno. Nos retiramos de la fila y nos alejamos del tumulto, pensamos en llenar al máximo las maletas de mano, pero desde lejos vemos que se las están midiendo a casi todos.

Desesperados.... (bueno yo, Luly estaba bastante tranquila, experta en estas situaciones de pánico final) se puso a abrir la maleta, y a meter calcetines y souvenirs en las playeras que llevabamos, poniendonos dos y hasta tres pares de calcetines, teníamos un montón de bolsas chulas de diferentes sitios que queríamos conservar... nada todas a la basura, envueltos de regalos a la basura también...la maleta no cerraba, teníamos que sacar más cosas.
Estabamos a 5 de Julio, en New York, hacía un calor espantoso, y pasamos de estar en manga corta a llevar dos sudaderas cada uno... al fin conseguimos que cerrase la maleta!!! Menos mal que no nos hicieron medirla, porque no hubiese entrado en el carrito ese con lo petada que estaba.


Ya pasado el segundo control, llegamos al tercer y ultimo, donde pasas por el scaner, coges tu bandejita y te sacas todo lo metálico, había mucha gente y no había aire acondicionado, si a eso le sumamos que llevabamos ropa doble...se convertía en una situación de agobio.

Como a la mitad de la fila, había un hombre con un aparato extraño, iba eligiendo personas al azar de la fila para hacerles un examén (supusimos que era un detector para gente que había cortado cocaína, o llevaba alguna sustancia, ya que el aparato se introducía en una maquinita que se ponía verde si estaba limpio)

Segun me iba acercando, tenía el presentimiento de que me lo haría a mi, y en efecto, al llegar a su lado y verme sudando como un pollo con 2 sudaderas y cargado de ropa en pleno verano...podría ser un blanco perfecto. Pero supere la prueba y pude pasar por el scaner sin problemas más tarde.

El resto del viaje fue sin contratiempos, llegando a España sanos, salvos y totalmente entristecidos. 
Nadie había venido a buscarnos, por lo que tuvimos que tragarnos una hora de metro español que no queríamos pisar, nos gustaba la sensación de ir en el metro y no entender a la gente hablar, o el aire acondicionado mortal que te ponían... En el momento que salimos a la calle cerca de nuestra casa, comprendimos que había llegado el final... la maldita rutina de nuestra vida, volvía como un boomerang a darnos en el cogote sin respiro.

Goodbye NY.




PD: Este viaje ha sido largo, lo he alargado casi un año, gracias a escribirlo en el blog, se que esto no recibe muchas visitas, pero me sirve a modo de diario, para recordar las sensaciones y momentos allí vividos. Ha sido un viaje inolvidable, me ha encantado todo de NY, es una ciudad increible que lo tiene todo, y el hecho de poder haber visto, sentido y tocado todo lo que he visto desde mi infancia en las películas y siempre he deseado ir...es algo que no tiene precio.

Gracias gordis por ayudarme a hacer mi sueño realidad, esto ha significado mucho para mi, ya sabes que tenemos una cuenta pendiente con este pais, y que algun día podamos llevarla a cabo. Eres la mejor.

New York, USA... esperarme, porque volveré... se que volveré... ahora formais parte de mi y ese sentimiento lo llevaré siempre.